miércoles, 26 de octubre de 2011

Cronistas e historiadores se reúnen en zona de ''San Diego de los Altos''

En el marco del centenario del Prof. José María Cruxent, se realizará un encuentro de cronista, historiadores y cultores populares de los Altos Mirandinos, en la Casa Museo Cecilio Acosta de San Diego de Los Altos.

La información fue suministrada por la Directora de Cultura, Melin Nava, quien señaló, que el evento organizado por el Laboratorio de Etnohistoria y Oralidad del Centro de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, y la Asociación Venezolana de Historia Oral cuenta con el apoyo de Cultura Miranda.



"El objetivo de este encuentro será identificar necesidades de apoyo, articulación e intercambio entre actores sociales de los Altos mirandinos y sus alrededores interesados en la preservación y rescate de la memoria y el patrimonio histórico de nuestra región", dijo.

Cultura Miranda extiende la invitación para que nos acompañen este próximo martes 25 en la sede del IVIC y miércoles 26 de octubre en los espacios de la Casa Museo Cecilio Acosta de San Diego de los Altos.

LV

Fuente: http://www.entornointeligente.com

martes, 18 de octubre de 2011

La Cueva del Indio



En el municipio Baruta del estado Miranda, en la vía que conduce al Cementerio del Este La Guairita, existe desde 1986 el Parque Recreativo Cueva del Indio que preserva de daños a una extraordinario escenario donde las cuevas que exploraron por primera vez , en nombre del Museo de Ciencias Naturales de Caracas, los señores J.M. Cruxent y Walter Dupuoy, son el principal atractivo del área citada.


Es una preciosa formación de rocas calizas que forman varias cuevas, una sima y varias grutas. La Cueva del Indio y la Cueva de Pío, únicas abiertas al publico ofrece un extraordinario escenario donde se pueden caminar, explorar, sentir la naturaleza y cuidar del ambiente que es uno de los más importantes mandamientos del hombre de estos tiempos.


Preocupa a los asiduos amigos del Parque las ruinas, el horno de cal que es muy común encontrar en las antiguas haciendas de café y las fallas en algunas caminerías que, pese a todo están bien demarcadas porque es intrincado el recorrido y se puede perder el visitante con suma facilidad.


Es terrible el saber que no puede hacer uso ni de las quebradas ni de las cascadas porque tienen en un alto grado de contaminación. Podemos disfrutar de su belleza, el ambiente que nos rodea y nos une a la naturaleza y admirar los escaladores o escaladoras que llenan el área de escalada con sus hermosas acrobacias y sus cuerpos jóvenes llenos de vitalidad y vida. Siempre habrá alguien que asciende o baje y que además cuidan del parque y de su ambiente. Ellos son inherentes al sitio y están esperando en el Parque para incorporar a su actividad deportiva a los que deseen hacerlo. Es un deporte, pregonan, para personas entre cuatro o ochenta años: Escalar nutre una conciencia diferente sobre lo que los rodea.


Cuando veamos las cuevas pintarrajeadas, rotas sus estalactitas o las cuevas y sus galerías llenas de desechos tengamos la seguridad que no fue un escalador. Las cuevas, el lugar, el vencer a las rocas enseña, es hermoso aprender a querer las piedras, a sentirlas como parte de nuestra propia vida. Es nuestra propia naturaleza, lo que nos invita es su plenitud, su silencio, su paz, su intensa y delicada grandeza, tan de Dios, tan de lo sublime y lo hermoso.


Hay que irse a conocer a la Cueva del Indio. Sentirse como parte de quienes han hecho en sus escenarios un motivo de esparcimiento y de emocionado regreso a las cosas naturales. Vas a la Cueva y aunque sea difícil conseguir guías recórrelo. Es uno de los pocos lugares del país donde aun se pueden escalar las rocas en su estado natural. Usando equipos adecuados entra a la aventura de alzarse usando tus propias fuerzas en un ambiente de paz y de tranquilidad. Bajar es lo mismo ya que el peso no te hace caer porque te preservan los equipos. Eres un poco dueño del mundo, aunque sea partiendo de escenarios de un poco más de 37 hectáreas.


Anímate. A lo mejor nos conseguimos y la naturaleza nos abrigará en nuestros caminos, separados y extraños que seguiremos en el parque por nuestro propio bien, salud y felicidad.


Juan De Dios Sánchez /Cronista de Baruta


FUENTE:


http://www.diariolaregion.net

martes, 27 de septiembre de 2011

483 Años del nombre y titulación de la “Nueva Ciudad de Cádiz”




Francisco E. Castañeda M.


Históricamente, el primer documento encabezado con este nuevo título: “En la Nueva Ciudad de Cádiz de la Isla de las Perlas”, aparece registrado el 14-V-1529 (Juicio de residencia del licenciado Francisco de Prado, AGI, J.49 y proceso de Diego Franco contra don Francisco de Fajardo, AGI, J.53, citado en Otte, E. “Las perlas del Caribe…1977: 262 y 559)”. Al concedérsele esta titulación, también le fue conferido el uso del escudo real de Carlos V así como la autorización correspondiente para el nombramiento de un “Cabildo, Alcalde, Justicia, Regidor, Oficiales Reales (Veedor, Contador y Tesorero), Alguacil Mayor, Escribano y demás oficios menores” (Luengo Muñoz, M. “Noticias… Anuario de Estudios Americanos, 1949. T. VI. Pág.: 766). Como resultado del otorgamiento de esta autonomía política, la Nueva Ciudad de Cádiz de la Isla de las Perlas, durante el tiempo de su corta existencia, no se encontró nunca sujeta a criterios y ordenamientos de Gobernación alguna, gracias precisamente a la inmensa riqueza perlera yacente en sus fondos marinos: solamente el pago del quinto real por este concepto, proporcionaba a la Corona una renta aproximada de veinte mil escudos anuales (Vila, Pablo. Visiones geohistóricas…1969: 260).
Igualmente, esta ciudad neogaditana llegó a convertirse en el factor determinante del proceso poblacional no sólo de la región insular margariteña sino también de la costa de la Tierra Firme comarcana, su “hinterland” natural de donde obtenía, tal como lo escribió Fray Pedro Simón en su obra, ‘Noticias historiales de la conquista de Tierra Firme’: “sus bastimentos de comida y bebida y provisión de agua con lo demás necesario a la vida humana”, de tal manera que la presencia frecuente y más o menos permanente de sus vecinos en dicho territorio y como parte de su política expansionista los llevó a solicitar ante la Corona el control jurisdiccional de dicha región, lo cual le fue concedido mediante disposición real fechada el 30 de diciembre de 1532, otorgándosele toda la extensa zona desde “Maracapana hasta la culata del golfo de Cariaco con ocho leguas de la tierra adentro” (Cedulario de la Monarquía española relativo a la isla de Cubagua, 1961. N° 146). Asimismo, también se le concedió jurisdicción sobre la isla de Margarita durante el período comprendido entre los años de 1534 hasta 1541 (Ibid. N° 198) y en iguales términos, sobre la ciudad de Nuestra Señora Santa María de los Remedios del Cabo de la Vela, situada a unos mil kilómetros aproximadamente de distancia de la Nueva Ciudad de Cádiz de Cubagua, la cual era considerada como “una prolongación, una lejanísima barriada” de esta ínsula, de tal manera que para el año de 1540, prácticamente en las postrimerías de su existencia, las autoridades cubagüesas ejercían con plenos poderes sus responsabilidades oficiales en la distante Santa María de los Remedios (Luengo Muñoz: 774).
Asimismo, cabe destacar la incorporación de la Nueva Ciudad de Cádiz de Cubagua al comercio trasatlántico de la época. Así, entre los años de 1525 y 1535, arribaron directamente desde Sevilla al puerto neogaditano un total de catorce embarcaciones cargadas de diversas y variadas mercaderías españolas y europeas, tales como: textiles, ropas y calzados, productos de alimentación, metales y herramientas, artículos de farmacia, droguería y perfumería, menajes, aparejos, entre tantas otras. La última de estas embarcaciones, Nuestra Señora de Monserrat, se perdió en dicho puerto el 8-XII-1535. (Vila, M.A. Síntesis geohistórica… 1980:266-267). Al respecto, resulta importante señalar que durante las excavaciones arqueológicas realizadas en Cubagua durante el año de 1954 por los profesores Cruxent y Goggin, se encontraron numerosas piezas de loza de mayólica especialmente de las conocidas como: “Columbia Plain, Yayal Blue e Isabella Polychrome, las cuales representan las últimas manifestaciones de la cerámica hispano-morisca y la única variedad de esta tradición encontrada en el Nuevo Mundo” (Farris, Carmen. Nueva Cádiz de Cubagua, 1990:6). Igualmente, también fueron encontradas unas vasijas hechas en España siguiendo la técnica tradicional de elaboración de las ánforas griegas, utilizadas fundamentalmente para “el transporte de líquidos semisólidos: aceite de oliva, aceitunas en salmuera, alcaparra, vinos, etc.” (Id.). Al regreso, los buques no iban totalmente fletados, pero si transportaban importantes remesas perleras. Así, el 24-I-1533, el tesorero de Cubagua entregó al capitán del buque “Trinidad” varias cajas de perlas de los oficiales reales de Cubagua. El “San Nicolás”, en junio de 1533, llevó más de 200 marcos de perlas. Dos cajas de perlas de Cubagua transportó  la “Santa María de Begoña” en julio de 1534; una de esas cajas contenía 200 marcos de perlas y la otra, 1.000 pequeñas perlas (Romero, Aldemaro et.al. “Cubagua’s Pearl-Oyster… Journal of Political Ecology, Vol. VI, 1999: 65-66). 


fuente: http://www.elsoldemargarita.com.ve

viernes, 19 de agosto de 2011

No me gustan los senderos trillados


El rey Leopoldo III en el Autana
Por: Julieta Salas de Carbonell


Juli Salas Restifo 

Un día en la lejana Bruselas, el rey Leopoldo III rememorando sus viajes alrededor del mundo, comentó que siempre había evitado “los caminos por donde todo el mundo pasa” y había añadido: “No me gustan los senderos trillados”. Ciertamente, los caminos que Leopoldo recorría en el Amazonas venezolano en 1952 se podía decir que eran bastante inexplorados. Apenas hacía unos pocos meses que una expedición Franco Venezolana había llegado hasta las fuentes del Orinoco, las noticias de esta hazaña habían dado la vuelta al mundo y despertado la curiosidad de Leopoldo en visitar estos parajes.

S.M. Leopoldo III Foto: Anibal Romero
En la continuación de la expedición, el tres de junio el rey y su comitiva salieron de San Fernano de Atabapo de regreso a Puerto Ayacucho pero el rey les propuso remontar el río Sipapo hasta las cercanías del Autana, cuya mole lo había fascinado al divisarla desde el aire cuando volaban a hacía La Esmeralda.
Sabana del Autana Foto: S.M. Leopoldo III
Raudos bajaron por el Orinoco, esa noche pernoctaron en isla Ratón, donde el profesor Cruxent ordenó que el grueso de la expedición siguiera hacia Puerto Ayacucho con el equipaje real y que sólo un pequeño grupo acompañara al rey hasta donde fuese posible navegar por los estrechos caños que conducían a la sabana del Autana. El cocinero Juan Cantó fue obligado a abandonar la comitiva real y continuó a regañadientes hacia Pto. Ayacucho, temía que la alimentación del rey sufriera por su ausencia.
El río Sipapo desemboca en el Orinoco cerca de la isla Ratón y siguiendo su curso loes expedicionarios reales llegaron hasta el caño Murciélago y el río Autana: navegaron hasta enfrentar el raudal Umaj-aye donde tuvieron que pernoctar dada la imposibilidad de remontarlo con las curiaras cargadas. Esa noche a la luz de la hoguera, Leopoldo rememoró con el profesor Cruxent la expedición al Congo Belga en que se habían  conocido y ambos especularon la posible presencia de elementos africanos en la América precolombina.
A la luz de la hoguera Foto: Anibal Romero
Mientras los porteadores descargaban las curiaras y llevaban las cargas al hombro por una pica, Leopoldo aprovechó para explorar los alrededores del raudal.
Frente al raudal Umaj-aye Foto: Anibal Romero
Tras una corta caminata por la orilla del raudal se embarcaron y continuaron la travesía llegando a la laguna Ceguera y el raudal Pereza al pie del Autana, donde montaron campamento.
Laguna Ceguera al pie del Autana Foto: S.M. Leopoldo III
Con gran pesar Leopldo tuvo que dar por terminada su expedición a estos deslumbrantes parajes, la última noche en la selva la pasaron en el poblado piaroa de Paré-inava cerca de la desembocadura del caño Samariapo; de donde procedieron por tierra hasta Puerto Ayacucho y por avión hacia Caracas.
El coronel Tomás Pérez Tenreiro, designado edecán de Leopoldo III por el gobierno nacional, quedó encargado en Puerto Ayacucho de inventariar la gran cantidad de objetos adquiridos por el Rey en el transcurso de la expedición y de determinar cuales, por su gran valor, serían donados por Su Majestad a la nación venezolana en agradecimiento. Meses más tarde el Coronel Pérez Tenreiro fue sorprendido al recibir de manos de Leopoldo III el título de Marqués de Monte Rinaldo.
El arquitecto Sixto José Cesarino, antiguo presidente de la Fundación Museo de Ciencias de Caracas, ha escrito sobre la expedición ELATA: “La expedición produjo importantes insumos científicos: una significativa colección de imágenes no solo de paisajes y de fauna, sino principalmente de los tipos humanos de la Amazonia venezolana, referencias cartográficas y astronómicas de una región que para ese entonces no era muy conocida por los venezolanos, muestras de nuestra fauna y flora amazónica, muestras arqueológicas y, finalmente, una extraordinaria colección de cestería indígena, así como de arcos y flechas, telares, tejidos y adornos plumarios, que todavía existe en las bóvedas de Museo de Ciencias”.

lunes, 8 de agosto de 2011

El rey Leopoldo en su elemento

Por: Julieta Salas de Carbonell


Continuación de la crónica sobre las aventuras de Leopoldo III de Bélgica a orillas del Orinoco


El sueño del rey se había hecho realidad, estaba a la orilla del Orinoco, a la sombra del Duida y se disponía a continuar su aventura. Ya el grueso de la expedición con el bagaje real había salido Orinoco abajo, rumbo a san Fernando de Atabapo, para luego remontar ese río y llegar hasta Yavita en tierra humboldtiana donde se reuniría con el rey a su regreso de la piedra de Cocuy que el pensaba escalar.
La serranía del Duida en la Esmeralda Foto: S.M. Leopoldo III

El porte de Leopoldo era real, pero su carácter muy democrático y disfrutaba la compañía de la gente común. Con el profesor Cruxent hacía gran contraste, el catalán pequeño, moreno, nervioso y el Rey, un afable gigantón rubio, muy blanco de tez y de risueños ojos azules. Leopoldo era políglota, hablaba el francés y el flamenco, los idiomas de su patria; el alemán, de su familia, y el inglés que había aprendido en el afamado colegio de Eton en Inglaterra. El para entonces príncipe heredero Léopold Philippe Charles Albert Meinrad Hubertus Marie Miguelinterrumpió sus estudios al inicio de la primera guerra mundial y se enroló como el voluntario más joven de los ejércitos belgas. Al terminar la contienda fue enviado a terminar el bachillerato en el Saint Anthony´s School en Santa Barbara, California donde se acostumbró al trato llano de los americanos; por ese motivo se sentía a muy a sus anchas en compañía del contingente venezolano al iniciar el recorrido por el Casiquiare.
Leopoldo III era un gran fotógrafo y aprovechó este recorrido para sacar excelentes fotografías del paisaje y de sus habitantes.

Peñón de Guanare en el Casiquiare Foto: S.M. Leopoldo III

La expedición ELATA recorrió el río Negro hasta llegar en los confines del país a la famosa piedra de Cocuy que aunque era muy escarpada, dado a su constitución atlética, el Rey pudo escalar sin dificultad.

scalando la piedra de Cocuy De izq. a der.: Miguel Schoen, J.M. Cruxent y S.M. Leopoldo III Foto: Anibal Romero

Regresaron por el río Negro hasta San Carlos, el 27 y 28 de mayo recorrieron sus alrededores y visitaron en tierras colombianas, los restos del fuerte San Felipe Neri erigido por las tropas de José Solano y Bote, en la Expedición de Límites en 1758.

Ruinas del fuerte San Felipe Neri Foto: A.R. Lancini

Continuaron remontando el río Guinía, los sonoros nombres de los pequeños caseríos quedaron plasmados en el diario del rey: santa Rita, Comunidad, donde acamparon y pasaron la noche “tan ruidosa como el día era silencioso”; Santana, Democracia, Guzmán Blanco hasta llegar el 30 de mayo a Maroa, donde durmieron en “un bohío”.

Caño en las cercanías del San Carlos Foto: S.M. Leopoldo III

El 31 de mayo se metieron por el caño Pimichín hasta donde fue posible navegarlo y abandonado las curiaras siguieron a pie por la antigua trocha que unía este caño con el Temi, afluente del Atabapo y el pequeño poblado de Yavita.

rocha de Pimichín a Yavita 1984 Foto Edgardo González Niño


En Yavita se reunieron con el grueso de la expedición y rememoraron la travesía del sabio Humboldt por el Orinoco. Después de un merecido descanso, la caminata había sido ardua por los 16 kilómetros de recorrido cerro arriba, cerro abajo, acosados por los jejenes y quemados por el fuerte sol, se embarcaron en las curiaras que habían subido desde Atabapo a buscarlos y el 1º de junio llegaron a San Fernando a recuperar fuerzas para la última parte de la expedición que prometía nuevas aventuras a nuestro rey explorador.
CONTINUARÁ

Fuente:
www.codigovenezuela.com

lunes, 1 de agosto de 2011

Esmeralda, princesa del Orinoco

Julieta Salas de Carbonell

Crónica sobre las aventuras de Leopoldo III de Bélgica a orillas del Orinoco

“Esta tierra venezolana que mi padre tanto amó”
Esmeralda de Bélgica, 2004

Había una vez un rey…

Como los cuentos de hadas esta crónica empieza con el nacimiento el 30 de septiembre de 1956 en el brumoso palacio de Laeken, en las cercanías de Bruselas, de una linda princesita a la que su padre, el rey Leopoldo III de Bélgica, de vuelta de una expedición a las selvas de Orinoco y con el pleno acuerdo de su esposa “seducida por la poesía de sus relatos” le dio por nombre Esmeralda.

Esmeralda de Bélgica

Se conocieron en 1950, un encuentro fortuito en el Congo; el depuesto Rey de los Belgas y J.M. Cruxent, arqueólogo venezolano, iniciaron así una amistad que perduró en el tiempo. En 1952 Leopoldo III viajo a Caracas y tuvo la oportunidad de visitar al Profesor Cruxent quien acababa de regresar del Alto Orinoco, después de haber participado en la expedición Franco-Venezolana que descubrió sus fuentes. El Rey se entusiasmo con el relato de esa aventura y le propuso a Cruxent una nueva expedición científica a esos parajes; el gobierno de Venezuela acogió la idea y así surgió ELATA, la Expedición Leopoldo al Territorio Amazonas.
La Esmeralda. Foto: S.M. Leopoldo III


El 13 de mayo de 1952 salieron desde Caracas por vía aérea hacia la sabana de La Esmeralda, el rey Leopoldo III, J.M. Cruxent, Director del Museo de Ciencias Naturales, el Sr. Napoleón Dupouy, antiguo amigo del rey, el Dr. van Dormel, médico real, Miguel Schoen, estudiante de antropología, José Arleo, taxidermista, Anibal Romero, fotógrafo, Eloy Fajardo, encargado de la logística y el catalán Juan Cantó, cocinero. En la Esmeralda los esperaban un experimentado grupo de maquinistas, marineros y porteadores, muchos de los cuales habían participado en la expedición Franco-Venezolana a las fuentes del Orinoco.

Yate Real. Foto: S.M. Leopoldo III
Ese mismo dia remontaron el Orinoco en una lancha “puqui puqui” y en la mañana arribaron a Majecodo-teri, asentamiento yanomamo, sede de la misión de las Nuevas Tribus a cargo de Jim Baker, quien los recibió con gran alegría; eran  muy pocos los que se arriesgaban hasta este lejano enclave. Esa noche montaron campamento a la vera del río y Juan Cantó se lució con la cena que sirvió sobre mantel blanco de lino, en vajilla de porcelana, cristalería de Val Saint Lambert y cubiertos de fina plata sterling.

Cena en Majecodo-teri. Foto: Anibal Romero. De izquierda a derecha: S.M. Leopoldo III, Napoleón Dupouy, J.M. Cruxent, Dr. van Dormel, Jim Baker
Recorrieron el río Manaviche y los alrededores de Majecodo-teri donde el rey tuvo la oportunidad de alternar con y fotografiar a los yanomamos y regresaron a la Esmeralda el 14 de mayo. Cruxent, quien fungía como jefe de la expedición, decidió que el rey Leopoldo y la plana mayor bajaran por el caño Casiquiare y el río Negro en ruta hacía la piedra del Cocuy, mientras que el otro grupo descendería por el Orinoco hasta san Fernando de Atabapo y continuara por el río Atabapo hasta Yavita, donde esperarían al rey y su comitiva.

Leopoldo III en Majecodo-teri. Foto: Anibal Romero
La gran aventura real apenas comenzaba, en su diario Leopoldo III escribió: “Estoy realmente a la orilla del Orinoco o no es más que un sueño?”
CONTINUARÁ
El Alto Orinoco en dos tiempos. Fotografías originales de SM. El Rey Leopoldo III de Bélgica. Embajada del Reino Unido de Bélgica, Caracas. 2004


Fuente: 

www.codigovenezuela.com




viernes, 29 de julio de 2011

Cita sobre Cubagua hecha por José María Cruxent en los años 50-60

"Estas ruinas de tanto interés histórico y arqueológico constituyen una joya para el turismo nacional y debieran ser conservadas y construidas para las generaciones venideras"





Representantes del IPC analizan Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso de Cubagua

Representantes del Instituto de Patrimonio Cultural junto al Instituto Geográfico Simón Bolívar y la Dirección Técnica de Zonas Costeras del Ministerio del Poder Popular para el Ambiente realizaron, desde el 11 hasta el 15 de julio, el levantamiento de las poligonales de máxima seguridad en la Isla de Cubagua, estado Nueva Esparta.

A estas labores, que incluyeron reuniones para analizar el Plan de Ordenamiento y Reglamiento y Uso (PORU), también asistieron la Armada Bolivariana de Venezuela, el Gabinete Estadal de Cultura en Nueva Esparta entre otras instituciones neoespartanas.

“Se está tomando en consideración la formulación del Plan de Ordenamiento y Reglamento de uso, el cual contempla un reconocimiento de las áreas de la isla, que es vaciado en un mapa donde se distinguen las zonas restringidas y de acceso, para a partir de allí elaborar un conjunto de normativas que son aportadas por las distintas instituciones competentes que tienen participación en la mesa de trabajo” informó Dinorah Cruz.

Adicionalmente, todos los planes y declaratorias están atendiendo también desde la Ley de Zonas Costeras.

Cruz agregó que “estamos dando un cambio de enfoque al proyecto Cubagua, inicialmente estuvo concebida como un parque arqueológico, paleontológico y geológico donde la figura principal era el Monumento Histórico Nacional Ruinas de Nueva Cádiz, esa formulación no se concluyó. Actualmente se está evaluando en mesas de trabajo cuál es la figura de gestión y protección más idónea para la isla.”

Sobre la base del estudio para la formulación del PORU se está tomando en cuenta el valor que la propia comunidad tiene en función de la relación que establecen con el espacio.

Se busca además rescatar la pesca artesanal como patrimonio intangible, actividad natural y sostenible. En este sentido, Héctor Torres, presidente del IPC acotó: “Se le ha dado siempre el protagonismo al patrimonio arqueológico, dejando de lado la pesca como patrimonio y como una actividad propia de la gente. Las comunidades organizadas deben incorporarse al proyecto, como fuente que hace vida en Cubagua”.

Desde el 28 al 31 de julio se llevará a cabo un próximo encuentro en el lugar, para realizar jornadas de inspección y continuar con la labor articulada con las diversas instituciones responsables y la comunidad organizada.

martes, 14 de junio de 2011

Carabobo será sede del II Encuentro Regional de Arte Rupestre y Legado Afrodescendiente

Caracas, 13 Jun. AVN .- La música, las artes plásticas y la fotografía confluirán los días 17 y 18 de junio en el estado Carabobo en el II Encuentro Regional de Investigadores de Arte Rupestre y Legado Afrodescendiente.
La Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez, núcleo Canoabo, fue el escenario escogido para el desarrollo de esta actividad organizada por esta casa de estudio, en conjunto con la Universidad Experimental Francisco de Miranda.
El encuentro rendirá homenaje al científico hispano-venezolano José María Cruxent (Cataluña 1911 - Venezuela 2005), quien fue el pionero de la antropología en Venezuela y además fundó el Departamento de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (IVIC).
También se rendirá tributo al carabobeño Leonardo Sánchez Bastidas, especialista en el legado artístico rupestre de los pueblos indígenas que habitaron las tierras de Canoabo; reseña el portal web del Centro Nacional de Historia (CNH).
Muestras pictóricas y fotográficas, talleres de pintura corporal, repiques de tambores, foros y debates, forman parte de las actividades que se realizarán estos dos días.
El 17 de junio, desde tempranas horas de la mañana, se efectuarán exposiciones dedicadas al patrimonio resguardado en el parque arqueológico de Piedra Pintada (Carabobo), así como también al arte rupestre y los códigos comunicacionales de los aborígenes de Táchira, Barinas y Canoabo (Carabobo).
Se culminará la sesión matutina con la inauguración de la muestra pictórica África está aquí, de Alexis Rojas; y la muestra fotográfica Afrodescendiente, de Miguel Esqueda.
Durante la sesión vespertina se llevará a cabo un taller de pintura corporal, continuando con la presentación de los grupos Fusión Identidad y Renacer y Tambor.
Este mismo día se realizarán varias muestras basadas en la historia e iconografía de los afrodescendientes de los estados Carabobo, Yaracuy, Táchira y Falcón.
La sesión del 18 de junio se centrará en una visita de campo a un yacimiento de arte rupestre de la comunidad de Canoabo, cuya intención educativa “es establecer Publicar entradavínculos afectivos entre la comunidad y su patrimonio”.
16:40 13/06/2011