sábado, 25 de mayo de 2013

El trabajo arqueológico de José María Cruxent se expone en el Museo de Ciencias


Caracas, 25 May. AVN.- Este viernes 24 de mayo se inauguró una exposición en honor al arqueólogo José María Cruxent, en el Museo de Ciencias, en Caracas.

La muestra expone el trabajo arqueológico de campo efectuado por este español, que comprende piezas etnográficas y ejemplares zoológicos colectados en la expedición franco-venezolana de 1951 y en una comunidad Kariña en 1949, reseñó una nota de prensa.

Otras piezas que serán expuestas muestran la historia profunda de Venezuela desde los cazadores y recolectores tempranos hasta el momento de la colonización europea a partir del siglo XVI.

José María Cruxent (1911-2005) vino a Venezuela a hacer estudios arqueológicos y exploraciones en la geografía venezolana, con la finalidad de rescatar la historia más antigua de nuestro país.

Cruxent Roura ejerció la docencia en la Universidad Central de Venezuela (UCV) y en su faceta como artista plástico representó a Venezuela en la VI Bienal de Sao Paulo (Brasil).

Participó en el movimiento artístico venezolano El techo de la Ballena, y en 1962 expuso en el Museo de Bellas Artes su primera muestra individual.

En su larga trayectoria, llegó a dirigir el Museo de Ciencias (1948-1963) y contribuyó a la profesionalización de la antropología y la arqueología en nuestro país, promovió y practicó la conservación y divulgación del patrimonio cultural.

AVN 25/05/2013

fuente: http://www.avn.info.ve

Oficios Cruxados


lunes, 21 de enero de 2013

martes, 4 de diciembre de 2012

Extraen restos de tres mastodontes en Mérida


Terminar de extraer los restos de tres mastodontes, identificarlos para luego exponerlos en una sala, en el estado Mérida, es el trabajo que realiza un grupo arqueólogos en la población Llano El Anís. Texto diario Panorama.
A los expertos locales se sumó Alfredo Carlini, profesor de anatomía comparada de la Facultad de Ciencias Naturales y del museo de la Universidad de La Plata, en Argentina, quien llegó hasta la ciudad para ayudar con las investigaciones de la fauna que predominó durante esa época.





“Estamos trabajando sobre un esqueleto parcial de un mastodonte y mi objetivo primario es ayudar en lo que pueda a que se termine la extracción y la identificación de estos restos para que vaya a la colección y luego haya un sitio en esta población para su exposición”, resaltó el experto.

El arqueólogo Alfredo Niño, de la Universidad de Los Andes, señaló que para conservar estos restos en Llano El Anís, utilizarán herramientas sencillas, entre ellas aplicar una capa de un sintético que reforzará los huesos y evitar que esos se degraden.
“Los vamos a impermeabilizar y luego sería ideal llevarlo a una colección oficial y hacer una réplica y llevarlo al lugar de donde fueron extraídos y así los vamos a conservar, explicó.




Fuente: http://www.lapatilla.com

viernes, 9 de noviembre de 2012



TalCual · Lunes 22 de Octubre de 2012 · ARTES · 27

CIENCIA Y ARTE SE UNEN SOBRE LIENZOS
PARA DAR PASO A EXPRESIONES DE LIBERACIÓN


Revive la obra de José María Cruxent



La curadora Ruth Auerbach repuso el trabajo del creador que "devolvió a América su memoria arqueológica"

La pintura y la investigación se fusionaron en el haber plástico del extranjero que amó a Venezuela
ORIANA RAMÍREZ FIGALLO



José María Cruxent fue un gran personaje de la ciencia y del arte dedicado a un poco más que solo estudio. Entre materiales y vivencias, este hombre colocó su necesidad expresiva junto a la fuerza de la investigación que se derivaría luego en la arqueología más experimental. Así, se expone su obra curada desde el jueves 18 de octubre hasta el domingo 25 de noviembre en la sala TAC del Trasnocho Cultural.

La curadora Ruth Auerbach soñaba con reponer la obra del explorador acreditado internacionalmente como "el hombre que devolvió a América su memoria arqueológica". A esta ilusión se sumaron la Fundación J.M. Cruxent y las expectativas de la sucesión de Thea Segall, fotógrafa, colega, amiga del pintor, arqueóloga y documentadora de sus trabajos.

La impresionante obra del padre de la arqueología venezolana se encuentra ahora al alcance del público contemporáneo. Este catalán aventurero emprendió viajes hacia zonas guardadas en el olvido y el centro de su mundo se ubicó en Venezuela.

Siempre con su pipa en mano, exploró culturas indígenas y convivió con animales exóticos. Entre selvas y ríos se adentró a etnias que, con gran equilibrio biológico, eran capaces de enfrentar a la cavilación de ser necesario.

Durante sus recorridos, hubo años en los que la investigación acaparaba su total atención, abandonando obligatoriamente los lienzos. Sin embargo, el llamado artístico de Cruxent no dejaba de retumbar en su interior. El arte se manifestó en una naturaleza proveedora de elementos transmisores de emociones. A falta de óleos, la sangre animal y minerales fueron sustitutos.

Este fue el gran reto que mágicamente asumió Auerbach durante dos años. El resultado es percibido en obras que encienden el imaginario humano enviándolo a un universo de experiencias inmersas en la vivencia del artista.

El texto curatorial de Materia estética, Cruxent antológico revela que el artista plástico (1911-2005) "representa, de alguna manera, el espíritu del hombre moderno, el de las múltiples facetas, el de un temperamento complejo y exhaustivo, cuya orientación humanista lo llevó a desdibujar las rígidas fronteras que tradicionalmente se han establecido entre la ciencia, la investigación metodológica y el arte".

Antes de convertirse en pionero de contribuciones fundamentales a la arqueología venezolana, el artista llegó al país en 1939 huyendo de la dictadura fascista. Constatando, con el paso de tiempo, que "la auténtica obra de arte, como creación artificial que es, aniquila aunque transitoriamente, la obsesión de finalidad positivista y proporciona un sentimiento de alivio, de serenidad y liberación".

Este artista cruzó el puente desde la ciencia hasta el arte, recolectando en él tanta experiencia como pudiese experimentar. Décadas atrás diría el reconocido crítico de arte Juan Calzadilla, la obra de Cruxent "surge de un reclamo de acción orgánica, cada uno de sus cuadros cumple con una necesidad fisiológica apremiante, en ella se ponen en juego todas las tensiones nerviosas del cuerpo".


Fuente: TalCual. Caracas, Venezuela.

sábado, 20 de octubre de 2012

Una exposición antológica recuerda la vida y obra de José María Cruxent


Cruxent a principios de los años sesenta | Foto: Archivo Thea Segall. Cortesía Sala TAC


Cruxent a principios de los años sesenta | Foto: Archivo Thea Segall. Cortesía Sala TAC

DIAJANIDA HERNÁNDEZ G.20 DE OCTUBRE 2012 - 12:01 AM


Un humanista integral, dedicado a la ciencia, a la arqueología, a la investigación, a las artes. Pionero de las ciencias sociales modernas. Trabajador incansable. Ese fue José María Cruxent. Para rendirle tributo y recordar su vida y obra, la Sala TAC del Trasnocho Cultural inauguró el jueves la muestra antológica Materia estética.
La exposición, que contó con la curaduría de Ruth Auerbach, reúne una selección de piezas y de objetos personales de Cruxent. Junto con la exhibición, la sala ofrece un catálogo con textos de Miguel Arroyo y de Frank Popper y la biografía editada en 2010 por el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, titulada El espíritu de la materia.

Entre la ciencia y el arte. El año pasado se conmemoró el centenario de José María Cruxent, quien nació en Sarrià, España, en 1911. El relato de su vida revela que fue un hombre con espíritu emprendedor. Antes de que comenzara la Guerra Civil Española comenzó a recibir clases de arqueología en la Universidad de Barcelona. El conflicto armado lo obligó a interrumpir sus estudios y, con 27 años de edad, se incorporó al Frente Republicano. Forzado a abandonar su país, pasó una temporada en París, donde se acercó al surrealismo y asistió a conferencias de André Breton.
Cruxent llegó a Venezuela en un barco maderero sueco en 1939 y murió en Coro el 22 de febrero de 2005. Fue el país que escogió para vivir y donde desarrolló su labor arqueológica, antropológica, de investigación y su carrera como pintor. “No vine a buscar petróleo, sino a sacrificarme por las ideas”, decía. Sus aportes en el campo científico y humanístico son invaluables y la lista de labores que desarrolló es monumental.
Considerado el padre de la arqueología científica en Venezuela, fue director y conservador de arqueología del Museo de Ciencias de Caracas, miembro de la National Geographic Society de Washington, miembro titular de la Sociedad de Americanistas de París y fundador de la cátedra de Arqueología de la Escuela de Sociología de la UCV y del Centro de Antropología del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, entre otras actividades. En 1987 se reconoció su trabajo con el Premio Nacional de las Ciencias, mención Ciencias Sociales.
La actividad de Cruxent en el campo de las artes comenzó en 1960, cuando participó en el salón Espacios Vivientes, realizado en Maracaibo. Luego tuvo exposiciones colectivas e individuales, dentro y fuera del país. Fue parte de la vanguardia artística venezolana, perteneció a El Techo de la Ballena y también acompañó las muestras que organizó el grupo. La crítica clasifica su obra en cuatro momentos: figurativo, informalista, paracinético y la síntesis entre ciencia y arte. Usaba para sus piezas materiales no convencionales, lo que derivaba de un asunto vital: la necesidad expresiva. En alguna ocasión declaró que pintar era para él una urgencia casi fisiológica, que lo impulsaba a usar cualquier material para lograrlo.
Revisar la vida de José María Cruxent es acercarse a una persona poco corriente y, como señala la arqueóloga Alberta Zucchi –que fue su alumna–, a un personaje “genial, polifacético y, como tal, frecuentemente difícil y controversial”.

Materia estética. Cruxent antológico 1959-1975
Sala TAC, Trasnocho Cultural
Hasta el domingo 25 de noviembre
Martes a sábados, de 10:00 am a 9:00 pm
Domingos y feriados, de 1:00 pm a 9:00 pm

fuente: http://www.el-nacional.com